jueves, 27 de enero de 2011

Si fuese un sueño, ya habría despertado.


Aún quedan tantas montañas por escalar, tantas cimas que coronar y tantas vistas que nunca he podido contemplar que merece la pena seguir subiendo esta cuesta arriba.
Nunca creí que una simple sonrisa pudiese significar tanto para una persona como yo. Después de ver las cosas tan negras,no ver luz al final de este túnel y sentir que eres todo menos alguien importante como tú mismo, la más mínima caricia o mirada sincera es un capricho que desearías repetir a todas horas.
Como su inconfundible presencia. Perderte en su perfume y su cuello, sentir que no se para el tiempo, no, si no que no hay lugar en el mundo donde te puedas sentir mejor que a su lado acompañado de esos ojos que bañan con ternura los tuyos con cada mirada.
Dicen que con el tiempo, que cada vez pasa más rápido por mi lado y ni siquiera se atreve a mencionar a pasado, el amor se acaba, que esa "chispa" o "pasión" se va consumiendo como las velas y al final ya no queda nada. Yo no lo creo. Cada día tengo la certeza de mirarle con los mismos ojos, y mofletes sonrojados que el primer día. Siento que cada día es como el primero y que cuando su presencia me acompaña, el tiempo pasa -claro que lo hace- , pero mucho más lento y cariñoso que como lo hace de costumbre, parece susurrarme al oído que aprecie cada segundo, ¿Quien sabe si será el ultimo? ¿Y como será?.
No lo sé ni tengo la certeza de si ese último segundo junto a ti será dentro de un día o de mil, pero lo que tengo claro es que no será porque ya no sienta absolutamente nada por ti.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recuerdos